¿Alguna vez lo amé en realidad o era adicta al dolor?
El exquisito dolor de querer a alguien tan inalcanzable...
Quería ir hacia él, pero me sentí como si estuviese atada a la silla.
Quería ir hacia él, pero me sentí como si estuviese atada a la silla.
Alguna parte de mí me retenía sabiendo
que había llegado demasiado lejos y alcanzado mi límite.
Y justo así nada más, me desaté de él.
Y justo así nada más, me desaté de él.
Era libre; pero no había nada exquisito en ello.












No hay comentarios:
Publicar un comentario